Para los santanderinos, ya no solo es el nombre de la famosa ciudad marroquí, es el nombre de una de nuestras calles más emblemáticas, jalonada actualmente de buenos locales de hostelería y que la acción conjunta de sus propietarios ha traído consigo una revitalización del barrio con diversas actividades y sobre todo con las celebraciones de sus fiestas de San Fermín.
Aprovecho la ocasión para compartir con ustedes que el hoy, famoso túnel de Tetuán, el cual une Puertochico con la avenida de Los Castros, siendo su designación oficial “Túnel de Puertochico”, no es el original, ni tan siquiera es una idea reciente.
El 24 de Junio del año 1892, fue inaugurado el originario, por el cual en un principio, discurrían trenes y posteriormente pasajeros. La construcción de este túnel se debe al inicio en el desarrollo del Sardinero gracias a la familia Pombo pues a ellos se debió la creación del balneario de la Primera, en la Plaza del Pañuelo (hoy Plaza de Italia), la apertura del Hotel Sardinero y de otras iniciativas para el desarrollo de esta zona en donde comenzaban a tomarse los “baños de ola”. Por todo ello era necesario unir “la población” (Santander) con el Sardinero, haciendo falta un transporte adecuado, un tren.
Las obras comenzaron por los dos extremos, La Cañía y por Tetuán comenzando en Octubre de 1890 y terminando el 11 de Febrero del 1892 a expensas solo de la instalación de los raíles. Al final fue conocido como “el tren de Pombo” o “el tren del túnel”.
Aquel “trenuco” a vapor favoreció el desarrollo del Sardinero aunque en el año 1911 sucumbió ante la llegada de la electricidad, lo que sustituyó el transporte tirado por animales o a vapor. En 1917, tras desestimar varias propuestas, fue cancelada la concesión, siendo utilizado años más tarde como refugio en la Guerra Civil, reabriéndose en los años 50 como paso peatonal acortando sobremanera el recorrido hasta el Sardinero.
Julián Monasterio, agente inmobiliario en lfcantabria.com
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