Saber cuanto antes lo que podemos comprar, o cuáles son las circunstancias económicas que pueden facilitar una operación inmobiliaria, es muy importante.
Cuando atendemos un presunto comprador o inquilino de alguna de nuestras propiedades, nuestro primer paso es hacernos una idea de las posibilidades económicas que tiene para realizar la operación que nos propone.
El diccionario nos facilita una definición de solvencia, “capacidad para pagar deudas o cumplir cualquier compromiso”, también propone algunos sinónimos, “confianza, responsabilidad, crédito, reputación”. Cualquiera de las dos cosas definición o sinónimos nos acercan a nuestro objetivo al estudiar la solvencia de un cliente.
En realidad la respuesta que tenemos que dar es la que cumpla afirmativamente con las preguntas que se hacen los propietarios, ¿me va a pagar la renta?, ¿va a poder cumplir con sus compromisos de pago?, ¿estoy metido en una operación que no puede salir?, estas son las dudas de los propietarios, las respuestas son nuestro trabajo.
Todos los inmobiliarios conocemos historias, algunas que hemos vivido, de meteduras de pata valorando la solvencia y la liquidez de un candidato a un inmueble. Hace años se resolvían esas cosas prácticamente por el aspecto de la persona, esto hay que olvidarlo actualmente.
Tenemos muchos medios para saber si una persona o una empresa tiene medios de pago y va a responder a sus obligaciones. Las sociedades depositan sus cuentas en el registro mercantil y se tiene una idea clara de su situación y de su historia. Los problemas que las sociedades han tenido en su historia quedan reflejados en distintos archivos que se pueden consultar.
Las personas físicas también pueden mostrar sus características económicas, en muchos aspectos. Quizá el más habitual sea el registro de la propiedad, donde se pueden consultar los bienes inmuebles y las cargas económicas o de otro tipo que tienen.
El estudio de solvencia tiene una relativa importancia comercial, desde el punto de vista de quien quiere adquirir una propiedad, y en algunos casos se trata de clientes que tienen deseos, pero no posibilidades, saberlo cuanto antes es muy importante, especialmente porque nuestros clientes propietarios no deben recibir como posibles más que los clientes capacitados para adquirir su inmueble.
Donde tiene una mayor importancia es en el tráfico de alquiler, la importancia de que la solvencia y la liquidez de los inquilinos sea la adecuada, es fundamental. Lo que llamamos alquiler garantizado o cobro de alquiler garantizado. En este campo el de las garantías de cobro del alquiler, habitualmente utilizamos los seguros de impago en prácticamente todos los casos, estos seguros nos garantizan la tranquilidad de que nuestros propietarios van a cobrar y además que los posibles problemas jurídicos derivados del contrato de alquiler, tienen el respaldo de los mejores profesionales jurídicos y de recobro que se puedan encontrar.
Los seguros de alquiler estudian en profundidad a los inquilinos, su solvencia, su liquidez, su historia económica, etc., pues tienen acceso a los ficheros de solvencia e impagados, como son el CIRBE, RAI, ASNEF, etc.. Además establecen baremos que casi siempre aciertan, en cuanto a los ratios que las familias pueden dedicar al pago de la vivienda, o las empresas a sus instalaciones de trabajo.
En definitiva, el estudio de solvencia de los inquilinos y posibles compradores es uno de los puntos básicos de trabajo de Lfcantabria, queremos que nuestros propietarios tengan la máxima seguridad y efectividad con el devenir de sus propiedades.