Cuando, todo se perfecciona, pasamos por la notaría, firmamos y acabamos el negocio. El momento crucial, después ya no hay marcha atrás.
Para llegar a este momento, hay un trabajo previo de preparación del acontecimiento que tiene su importancia, y que si bien no es crucial, una firma bien preparada es el terminar un trabajo bien hecho.
Siempre que vamos a la notaría, acompañamos al vendedor, al comprador o a ambos, llevamos escrito el resumen de la operación y comprobamos todos los datos. Entre la documentación que llevamos está el certificado energético, el certificado de la comunidad del estado de la cuenta del vendedor, los IBI’s pagados, normalmente el contrato de compra-venta (para verificar los datos personales y económicos) y toda la documentación necesaria para que la firma sea completa y rápida.
Normalmente los clientes van a la firma de la escritura con cierto grado de nerviosismo, comprensible, puesto que es para ellos un paso importante, y si no están acostumbrados a hacerlo, carecen de la perspectiva necesaria para valorar su importancia.
Nuestra labor es acompañar y hacer que las cosas sean fáciles, en realidad cuando llegamos a la notaría simplemente vamos a rubricar un acuerdo que lleva tiempo perfeccionándose, es muy difícil que surjan problemas de última hora. Aunque a veces aparecen, todos los profesionales tenemos en la memoria esa firma que no se llevó a cabo por circunstancias imprevistas.
Cuando esto sucede es por falta de preparación, normalmente, un dato desconocido, una circunstancia que no estaba hablada, uno de los firmantes con algún problema documental, etc. Pero a veces surge una discrepancia no hablada, una discusión personal entre los compradores o los vendedores, o bien un imponderable súbito.
Normalmente el comprador escoge el notario, pero en muchas ocasiones se deja aconsejar por nosotros o por el vendedor sobre la oportunidad de un fedatario público concreto. Aconsejamos siempre que el notario que de fe pública de las operaciones sea un profesional respaldado por un gran equipo, que pueda resolver en un instante los problemas que puedan surgir a última hora.
Otro de los consejos que damos a nuestros clientes es firmar las escrituras por la mañana pronto, no es aconsejable dejar para el final del día una firma, porque cualquier corrección puede suponer tener que dejar la operación para el día siguiente, y si el día de la firma es un viernes el aplazamiento puede convertirse en un problema.
En nuestro departamento de administración contamos con Leticia Bastante como responsable de toda la documentación y la preparación de las firmas ante notario, es una persona capaz, con un montón de años de desarrollo profesional y una experiencia amplia en la preparación de las firmas.
Ella se encarga de que nuestros clientes puedan tener una copia de la escritura que se va a firmar, días antes del día de la elevación a público, para que puedan revisar los acuerdos con tiempo y el día de la firma todo vaya rápido.
Por último, hay que llevar el DNI al día, las notarías no están aceptando el documento caducado, y a pesar de avisarlo, ya nos ha pasado que en alguna ocasión hemos tenido que acompañar al firmante a la oficina de expedición del DNI, que afortunadamente está a pocos metros de nuestra oficina y tiene una atención excelente.