30 años no parece mucho tiempo, pero según cómo lo midas puede ser casi una eternidad.
Si lo mides desde el punto de vista de los años transcurridos no es gran cosa cuando ves que para una persona que esté profesionalmente formada, tiene que tener al menos esa edad y haber pasado la mayoría de esos años preparándose y formándose para hacer su trabajo. Pero si lo analizas desde la perspectiva que ha tenido nuestra sociedad, en cuanto a cambios tecnológicos y sociales, es un abismo, y si lo haces desde los cambios que ha tenido nuestra profesión, desde el punto de vista de su implicación con sus clientes y los servicios que ofrece o la preparación de los profesionales, parece El Viaje al Centro de la Tierra de Julio Verne.
Creo que lo que nos ha permitido estar aquí y crecer, ha sido precisamente nuestra visión de centrarnos en los clientes, observar sus necesidades y preocupaciones, tratar de conseguir satisfacerlas o bien que los problemas sean los mínimos. Esa visión en nuestra empresa nos ha permitido adaptarnos a los tiempos cambiantes que hemos tenido.
En estos momentos tenemos otros retos de cambio, otros objetivos para adaptarnos a esta realidad cambiante, las circunstancias tecnológicas, aún siendo importantes, son lo de menos, lo más importante es que la vida está cambiando y con ella la utilización de los inmuebles y su comercialización.
No sabemos hacia dónde vamos pero sabemos que estaremos en la travesía acompañando a nuestra sociedad y sus necesidades.
Uno de los cambios más importantes que tenemos por delante es la adecuación de nuestra empresa para que los impulsos nuevos que den sus miembros nos permitan felicitarlos dentro de treinta años, que por cierto se pasan en un suspiro.
Ignacio López Rebollar
Gerente y fundador
