La zona de Cazoña tiene su historia más antigua como pequeño núcleo urbano-rural anexo a la ciudad de Santander, pero es en 1973, al reconocerse como primer barrio-dormitorio de la capital, cuando comienza a adquirir importancia urbanística. Desde entonces y hasta ahora, sus vecinos han seguido optando por el mismo modo de vida, debido a la comodidad de poder tener residencia en un lugar tranquilo y poder desarrollar la jornada en el centro de la ciudad.
Si por algo destaca este barrio es por sus excelentes comunicaciones, sus espacios abiertos y su tranquilidad. En sus paradas de autobús urbano transitan multitud de líneas, lo cual facilita la movilidad por todas las zonas de la capital. Además Cazoña cuenta con su propio apeadero de la línea ferroviaria de FEVE que ahorra tener que desplazarse a la estación central de Santander. Los accesos y salidas del barrio en coche son muy buenos y por suerte es una zona donde no suele ser difícil encontrar aparcamiento.
Es un barrio donde encontramos todos los servicios que podemos necesitar en nuestro día a día, debido a la gran cantidad de comercios que albergan los bajos de los edificios que forman este distrito. Se suma a todo esto la proximidad de los variados y grandes centros comerciales que se encuentran en su barrio fronterizo, el Alisal. Cazoña cuanta también con varios centros de educación y con su propio centro de salud además de albergar la Residencia Cantabria y el Hospital Materno Infantil pertenecientes al contiguo Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Por edificios como el de la residencia, en los años 80 Cazoña empezó a ser conocido popularmente como el barrio de los rascacielos. Y es que a través del “boom” de urbanización de la zona de esa época, en esta barriada se construyeron los edificios más altos de la ciudad.
Si lo que queremos es tomar un poco el aire, entre sus espacios abiertos destaca el castizo Parque Morales creado en 1983 en la antigua parcela del Sanatorio del Doctor Morales. El lugar cuenta con una extensión de 175.000 m² y en el encontramos una gran variedad de especies arbóreas, desde su zona oriental con arboles de gran tamaño como robles, hasta su parte más occidental con especies mas pequeñas como el castaño de las indias. De más moderna factura son los espacios verdes creados sobre el falso túnel de La Marga, con una superficie de 14.000 m² y donde disponemos de zonas infantiles con juegos para varias edades y una plataforma lúdico-deportiva con canastas de baloncesto. Esta es una de las obras de mejora llevadas a cabo en este barrio estos últimos años. Y la cosa no queda ahí si se lleva a cabo el proyecto de un nuevo centro cívico que el Ayuntamiento tiene previsto comenzar a construir para este año. Este diáfano edificio de diseño está previsto que albergue dos plantas dedicadas a una zona infantil, una sala de exposiciones, salón de actos, sala multiusos y aulas de talleres ocupacionales, contando también con una zona exterior con patio y jardines.
Para ir acabando y como anécdota sobre la historia de Cazoña, contar que acoge el conocido como cementerio de los ingleses o cementerio Británico. Una camposanto protestante que fue construido en 1870 aunque no terminó de estar acabado hasta 1912. Fue construido a demanda de dar asistencia funeraria a los soldados ingleses participantes en la Guerra de Independencia. Curiosamente se trata de una de las escasas muestras de patrimonio protestante de nuestro país.
Poco queda ya que decir sobre este completísimo barrio de Santander, finalizar con una frase de sus propios vecinos: “Me gusta Cazoña, esta es una gran zona para vivir debido a sus excelentes comunicaciones con el resto de la ciudad y a la tranquilidad.”